Sophie en peligro
Cierto día la Patrulla Infantil de Cuidado del Agua (PICA) avisó a Victoria que había detectado una peligrosa alerta de sequía en casi todo el planeta.
Desde hacía algún tiempo ella colaboraba activamente con la patrulla. Ayudaba a recolectar agua de lluvia, cerraba el grifo mientras se enjabonaba, vigilaba que en su casa se utilizara sólo la necesaria, ni una gotita más.
encontraban comida ni humedad para crecer. Ella apenas tenía fuerza para caminar y alcanzar las insuficientes ramas verdes que quedaban en lo más alto de los árboles.
Llamó a sus amigos, a los amigos de sus amigos, a los amigos de los amigos de sus amigos y así hasta casi el infinito para comunicarles la situación, la posible solución y sobre todo para ponerse a trabajar inmediatamente.
Sophie, Chan, Pie, Gnom, cebras, avestruces, elefantes, leones, tigres, leopardos, monos, hipopótamos, se sorprendían y agradecían la labor de Victoria y sus amigos.
Victoria amaba a las plantas y a los animales y sabía que el agua era muy importante para la vida en La Tierra pero...algo muy extraño estaba ocurriendo. Cada vez llovía con menos frecuencia y los embalses se vaciaban con rapidez.
Todos estaban muy asustados porque los árboles se secaban, el agua se agotaba, las cosechas se perdían. Había pocas frutas, los animales morían de hambre y muchos campesinos tenían escasos alimentos para comer, vender o intercambiar.
Sophie, la jirafa, lloraba de tristeza al ver cómo sus amigos Chan, Pie y Gnom estaban cada vez más débiles porque no
Fue entonces cuando a Victoria se le ocurrió una gran idea: HACER UNA REGADERA GIGANTE PARA DAR DE BEBER A TODAS LA PLANTAS.
Llamó a sus amigos, a los amigos de sus amigos, a los amigos de los amigos de sus amigos y así hasta casi el infinito para comunicarles la situación, la posible solución y sobre todo para ponerse a trabajar inmediatamente.
Así lo hicieron.
Entre todos fabricaron una enorme regadera y Victoria tomó la iniciativa. Regó primero las plantas del huerto de su barrio, los árboles de los jardines cercanos, los de los parques, y poco a poco, la gigantesca creación fue pasando de mano en mano por cada casa donde había un tanque con agua de lluvia guardada (que eran muchas), hasta que llegó a la sabana donde vivía Sophie con sus padres y amigos.
Fue tan rápida la recuperación de aquellos árboles y arbustos que casi al instante reverdecieron y a los pocos días comenzaron a brotar nuevas semillas y flores. Con atención esmerada fueron cuidados y crecieron notablemente.
Sophie, Chan, Pie, Gnom, cebras, avestruces, elefantes, leones, tigres, leopardos, monos, hipopótamos, se sorprendían y agradecían la labor de Victoria y sus amigos.
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